#ElPerúQueQueremos

Faena de ensueño

Publicado: 2015-11-16

Ayer vibró La México con una faena de las que solo parecen soñarse, Diego Urdiales volvió ese sueño realidad con pureza y un admirable toreo relajado que caló hondo en los tendidos al ritmo de unos oles de mucha verdad. Los toros fueron seis mansos de Bernaldo de Quirós, la terna la completaron los mexicanos Fermín Rivera y Fermín Espinosa; pero antes una insufrible faena de rejones que nunca entenderé en este tipo de carteles.

Diego Urdiales (grana y oro) bordó el toreo en el día de su confirmación mexicana. Luego de un par de verónicas logradas y un brindis por Francia, el riojano empezó a soñar. El de Bernaldo tarda mucho en arrancar pero cuando embiste lo hace con nobleza y calidad, Urdiales lo metió en la muleta y le ligó muletazos por el derecho de extraordinaria factura. Toreo desmayado que siguió al natural para poner la plaza hecha un verdadero lío, despacio y templado como pocas veces se ve. Una lástima el fallo con la espada, tras varios descabellos dio una merecidísima vuelta al ruedo por dejar el mejor toreo de la Temporada Grande hasta aquí. 

Su segundo estuvo mejor presentado pero no tenía un pase, el toro recula y Urdiales debe exigirlo para que pase en la muleta. Algunos derechazos sueltos y los de pecho para enmarcar. La faena se hace larga y la insistencia de Diego empieza a aburrir, pincha la estocada y se va ovacionado tras una tarde sin trofeos pero de mucha verdad.

Fermín Rivera (negro y oro) combinó su típico clasicismo con formas distintas de entender la tauromaquia. Su primero sin picar fue descastado y sin transmisión, el de Potosí le pierde pasos al protestón astado que no dijo nada. Alarga innecesariamente la faena y se encima para sacarle pases de nula calidad, silencio.

Mucho mérito y bello trazo en los muletazos por el pitón derecho al quinto de la tarde, un manso que no repite y se acobarda como casi todos sus hermanos. Fermín insiste y pegado a las tablas se inventa una faena distinta a la que acostumbra, pisando terrenos extraños para él. Un natural muy importante y un pase de pecho larguísimo salen de la entrega de Rivera. Pincha al primer intento y tras estocada trasera se le entrega una oreja, en mi concepto y el de un sector del público que protestó exagerada.

El tercero sin emplearse en el caballo es el que más ha peleado en el peto, o algo parecido. En banderillas saluda una ovación Ángel González tras complicado par en toda la cara. Fermín Espinosa (azul rey y oro) no conecta con el público por no acoplarse a un castaño de Bernaldo suelto y rebrincado que le engancha la muleta al matador. El oficio y algún natural no fueron suficientes, silencio.

El sexto fue la confirmación del infumable lote de Armillita que poco pudo hacer en el último tercio luego de un brindis en favor de la libertad de la fiesta de los toros. Intenta Fermín lidiarlo como si tuviera rival en frente y se encuentra con nada, otra vez un par de naturales con personalidad que parecen lo único digno de reseñar. Lo mató de muy buena estocada y se fue algo cabreado con el público, le quedan dos tardes en la temporada.  


Escrito por

Manuel Alegría

Estudiante de periodismo de la Universidad de Lima. @ManuelAlegriaC


Publicado en