Volvió el toro a La México y eso ya es una gran noticia, de juego dispares pero con un extraordinario tercero que salvó la tarde, Jaral de Peñas y el respeto por una plaza de primera. Talavante y una apuesta que vale al enfrentarse a toros de verdad a diferencia del resto de "figuras", Saldívar sin mostrar lo que tiene su tauromaquia, Silveti vulgar y una vez más por debajo de su lote.

Alejandro Talavante (rosa y oro) tuvo como primer rival a "Aguaclara", el toro más serio de hechuras y trapío en lo que va de la temporada. Sin embargo, el astado no dio posibilidades de lucir, apenas un par de naturales importantes y un derechazo muy largo fueron las pinceladas que pudo dejar el extremeño. Pinchazo y media tendida para ser silenciado.

Al cuarto lo lidia a la verónica y con poco deja lo más torero de la tarde. El de Jaral mete riñones y tumba al picador, se pierde demasiado tiempo en levantar al caballo lo que parece mermar la fuerza del astado. Lo intentó despacio Talavante pero se vino a menos el burel, por encima el de Badajoz que ligó un par de series con personalidad.

Arturo Saldívar (ciruela y oro) valiente y dispuesto en el saludo capotero pero con poco arte ante el distraído segundo, en banderillas importantísimo lo de Diego Martínez que saludó una ovación. Vergüenza torera en un entregado inicio de muleta, luego combina temple y enganchones por igual y alarga innecesariamente una faena en la que estuvo por encima. Ovación y leve pedido tras estocada caída. 

Con el quinto, incluso menos que reseñar, nada con el capote donde el toro lo desarma y luego tumba al caballo. El hidrocálido empieza el último tercio sentado en el estribo y deja un bonito cambio de mano, pero el de Jaral no transmite y el aguante de Saldívar se hace insuficiente. Silencio tras pinchar una faena insustancial.

Diego Silveti (grana y oro) mostró todas sus carencias ante un burraco de libro porque "los buenos toros descubren a los malos toreros", y eso sucedió con el heredero del Rey David. Embestía con mucha transmisión el de Jaral, pero Silveti jamás lo templó y acelerado hasta decir basta dejó escapar un triunfo grande. Se llevó un par de volteretas muy fuertes por corregir a todo momento la colocación, dos milagros en La México. Tras pinchar y una entera le obsequiaron una oreja protestada. El arrastre lento a "Mazapán" recibió la más fuerte ovación de la tarde. 

Pelea en el caballo el sexto y Silveti lo lidia como siempre perdiendo pasos. El astado muy justo pero con calidad en la embestida se encontró con trapazos marca de la casa que confirman la importancia del apellido en la firma de contratos. Aún falta mucho por cuajar en el matador irapuatense para conquistar a la afición.