#ElPerúQueQueremos

por el pitón derecho

Nuevo ídolo valenciano

Publicado: 2016-03-16

Hoy en Valencia vimos dos cosas muy distintas: la valía de un torero que empieza a arrear fuerte como Román y del otro lado el triste espectáculo de uno que tiene que cortarse la coleta ya como El Soro. En el medio de ambos, las ganas y poco rodaje de Jesús Duque, todo esto ante un encierro bien presentado aunque manos y falto de raza del maestro Capea. 

El Soro (azul marino y oro) y la tauromaquia convertido en un circo, su lugar en esta feria es muy difícil de explicar así como su falta de vergüenza torera para decir basta. El primero le ganó muy rápido la partida, sin torearlo con capote ni muleta lo mató de un bajonazo y fue pitado. En su segundo dejó ir al mejor toro de la tarde al que algo pudo hacerle en el saludo, algunos trapazos de muleta y a matar. No banderilleó y también fue pitado por eso, su cuadrilla en bajo nivel. El toro pone a cada uno en su sitio. 

A los subalternos de Jesús Duque (tabaco y oro) les costó también entender el encaste —Murube, habitualmente lidiado a caballo—. No se pudo acoplar Duque aunque ligó algunas tandas templadas sin llegar a cuajar la faena. Ganas a raudales que no alcanzan para decir mucho, con la izquierda se viene a menos y vuelve a ganar intensidad en la suerte suprema al pinchar un intento en el que entró con mucha verdad resultando en una fuerte voltereta. Saludó una ovación.

El quinto de la tarde lució sus mejores momentos en el turno de quites de Román que luego de emocionantes tafalleras remató de rodillas. Cambiado por la espalda inició Duque su labor muleteril, el viento molestó más en este faena y el poco fondo del astado sumado al poco rodaje del matador dio como resultado una faena larga y aburrida, silencio.

Román (grana y oro) entregadísimo a todo momento no se guardó nada en una tarde que se antojaba muy importante para su futuro, la necesidad del triunfo en una plaza de primera. Gaoneras ajustadísimas son constancia de su valor siempre con los pies enterrados. Con la muleta toreó muy despacio y con gran transmisión, la madurez que estuvimos esperando le ha llegado a Collado. Pero el astado no pasó de un par de tandas, aún así Román se impuso con mando. La estocada no alcanza, descabello y fuerte pedido de oreja que el presidente niega en un afán de protagonismo. Vuelta.

Y salió a por todas en el último, con la bronca encima del triunfo negado, a porta gayola aguantó hasta el final, luego largas de rodillas, de pie por delantales templados, chicuelinas de gran valor y el adorno muy torero. El toro no tenía ninguna calidad y su movilidad inicial se apagó rápido, igual se impuso Román sin importarle cualquier adversidad, hoy tenía que ser tarde de triunfo. Se pasó al astado realmente cerca sobre todo al final donde terminó de inventarse una faena con arrucina peligrosísima incluida a un toro al que le dejó apoyar su pitón en un derroche de valor del nuevo ídolo valenciano. Estocada y oreja de peso al conjunto de la tarde, qué ganas de verlo en Madrid.


Escrito por

Manuel Alegría

Estudiante de periodismo de la Universidad de Lima. @ManuelAlegriaC


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