Cartel de nombres importantes en la Feria de Abril: la máximo figura Enrique Ponce, uno de los predilectos de esta tierra José María Manzanares y el joven que más apetece ver Andrés Roca Rey. El ganado una completa decepción, Juan Pedro Domecq presentó astados inválidos casi en su totalidad, salvo el encastado quinto que no fue aprovechado. 

Enrique Ponce (grana y oro) ofreció una nueva clase maestra en el albero sevillano ante un primer Juan Pedro nulo de fuerzas pero humillado y con clase. Brinda al rey Juan Carlos e inicia una faena de emocionante despaciosidad, por momentos toreo abandonado y algunos pases de pecho superiores. Cambio de mano para bordar el toreo y final por doblones muy toreros, el maestro de Chiva muy por encima puso toda la transmisión que el astado no tenía. Estocada caída, oreja y triunfalista pedido de segunda. 

Devuelto el impresentable cuarto para dar paso a otro inválido de Juan Pedro, distraído y de embestidas cortas el sobrero bajo de hechuras. Ponce le da su espacio pero el toro no tenía un pase, vergonzoso simulacro que ni el mejor enfermero puede arreglar. Ponce alarga la faena y termina entre los pitones, silencio. 

Manso y desrazado el primero de José María Manzanares (azul rey y oro) al que toreó a distancia siempre hacia afuera. Templado con el capote, brindó luego al rey y dio inicio al destoreo, solo se salva una serie donde bajo la mano y pudo transmitir sometiendo. A la mano izquierda tres trapazos y nada más, algún pase de pecho y la buena estocada final lo mejor de una faena de muy poco contenido. Ovación. 

Lo mejor de la tarde se vería con el encastado quinto que empezó a romper tras el extraordinario tercio de varas de Pedro Morales "Chocolate", quien citó al toro con gran torería. El peruano Roca Rey también se sumó con ajustadas gaoneras que pusieron la plaza en pie, en banderillas continuó el importante nivel con la buena actuación de Rafael Rosa sumado al sobresaliente y reunido par de Luis Blazquez. Lamentablemente, ahí quedó la ilusión, acelerado y sin acoplarse Manzanares no le pudo a un toro importante que se fue casi sin ser toreado. Ovación para el alicantino que solo dejó un par de pases.

El inválido tercero tuvo que ser devuelto pero a pesar de las fuertes protestas del público el presidente no impuso cordura. Andrés Roca Rey (caña y oro) se mostró igual muy dispuesto y tras brindar al rey ejecutó una faena templada a media altura pero era imposible ante el rajado Juan Pedro. La disposición fue bien recibido por la entregada afición andaluza y tras estocada en lo alto saluda una ovación, pitos al toro.

Variedad capotera de Andrés ante el último sin reponer pero sin ser muy limpio en los lances, con la muleta vibrante inicio siempre con los pies enterrados para que luego todo se venga a menos. Protestón el Juan Pedro que sale con la cara alta pero repite en la muleta de un entregado Roca Rey, luego empieza a pararse y el peruano le exprime lo último. Se lleva un gran susto al casi ser cogido y lo mata de gran estocada, da una vuelta al ruedo en una tarde de mucha madurez a pesar de tener un lote imposible. El próximo viernes tendrá su revancha.