Mucha expectación por ver a Pedraza de Yeltes en Madrid, a la espera de esa gran corrida que aún le deben a la primera plaza del mundo; sin embargo, la expectación como tantas tardes de toros terminó en decepción. Anunciados Manuel Escribano en su segunda de tres tardes en la feria, Juan del Álamo en su afán de seguir puntuando en Las Ventas y la confirmación del buen torero francés Juan Leal. 

"Mira-bajo" se llamó el toro de la confirmación de Juan Leal (grana y oro), aunque jamás hizo honor a su nombre y fue siempre con la cara alta. Saltilleras de Leal y caleserinas de Escribano que entró al turno de quites ante el distraído astado que pegaba derrotes. Es así que casi coge al francés en los medios, pero este corrigió con firmeza por estatuarios, estuvo correcto con la mano derecha y sin opciones por el izquierdo. Mata de buena estocada, silencio. 

A Madrid se va a por todas y así lo entendió Leal, quite por tafalleras ante un astado muy deslucido que alcanzó su único momento interesante en el inicio de muleta. De rodillas el francés para mandar con la muleta y dejar dos importantes pases de pecho que escuchan los oles de Las Ventas, puesto en pie el toro se apagó mostrando su sosería. Llega entonces el arrimón del de Arles y un final muy ojedista de gran mérito, antes un par de naturales empacados. Por encima del morlaco con una expectante carta de presentación en un toreo muy valiente que por momentos templó con buen gusto. Entró a matar con mucha verdad al segundo intento, luego de ser golpeado en el primero, y saludó una ovación. 

A porta gayola se fue Manuel Escribano (azul añil y oro), tantas veces lo repite que ya empezamos a restarle valor, pero la valentía estoica está ahí siempre presente en el diestro sevillano. Falto de fuerzas el pedraza pero mete riñones en el primer puyazo, fue al quite Del Álamo por chicuelinas y estuvo firme en banderillas Escribano. Luego brinda la faena a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Crisitina Cifuentes, por su sincero apoyo a la fiesta. Humilla pero es soso y desfondado el burel, solo para reseñar el interesante prólogo de muleta y la gran estocada en todo lo alto, silencio.

Tras recuperar el orden natural de la lidia el cuarto astado se empleo en el cabello, aunque luego fuera masacrado en él. Más en tipo que los anteriores en cuanto a hechuras aunque muy soso pasó siempre con la cara alta y sin transmisión, poco pudo hacer un Escribano que no alcanza las cuotas que logró en Sevilla. Algún derechazo suelto, un pase por la espalda para intentar conectar, pero se fue silenciado. Aún tiene una tercera tarde en la semana torista con la corrida de Adolfo. 

Juan Del Álamo (azul marino y oro) se enfrenta en primer turno al peor presentado pero el que al final dio mejor juego, no falla nunca en los sorteos el salmantino. Escribano por chicuelinas de mucha despaciosidad mostró sus verdaderas credenciales y lo mejor de la tarde. Rompió a más en banderillas el de Pedraza al que Del Álamo le puso la muleta adelante para sumarse a la transmisión que llevaba por el pitón derecho, al natural le faltó mando. No terminó de acoplarse aunque sí dejo una serie bien reunida y de mucho impacto en los tendidos, luego de cerrar con ceñidas manoletinas mató de estocada caída y le concedieron una oreja protestada. La de menos peso en lo que tenemos de feria. 

El quinto fue el más complicado, un torazo muy largo pero que nada llevaba dentro. No tuvo un pase por ambos lados el rebrincón astado que era además una ola de mansedumbre, algún intento hizo Del Álamo pero muy poco pudo decir. Se va de Madrid el salmantino con una nueva oreja para la estadística, pero aún mirando de reojo esa puerta grande.