Corrida de El Puerto de San Lorenzo como para salir un poco del monoencaste, cartel de mucho interés y tarde de no hay billetes. La tarde 45 del maestro de Chiva Enrique Ponce en la primera plaza del mundo para confirmar alternativa a su paisano Román en su primera comparecencia en el coso, para completar la terna la expectante irregularidad de Daniel Luque.

"Relicario" llevaba por nombre el toro de la confirmación de Román (sangre de toro y oro) al que le hice un quite por peligrosas gaoneras. Brinda al rey emérito un toro que atisba alguna posibilidad y da inicio por estatuarios más uno por la espalda, pero el toro se parte las manos y no da para más. Obligado a abreviar el toricantano que mata de descabello.

Le hace bien las cosas de inicio Román al último astado de la tarde con el que estaba obligado a mostrar sus credenciales. Pone la plaza en pie Raúl Martí que saluda una fuerte ovación tras parar al toro en banderillas, brinda al público Román y se enfrenta a un toro de enorme exigencia sumado al viento, difícil presentación en Las Ventas. Movilidad, transmisión y casta de un toro para ponerse en el sitio, muy de verdad anduvo el diestro por ambos pitones con entrega y valor. Poncinas de mérito para rematar una faena importante que si no lo pinchaba era para arrancar una oreja de peso, el sabor que quedó en todos es el de verlo pronto vestido de luces porque Román tiene mucho que ofrecer en el mundo del toro.

Se emplea en el capote de Enrique Ponce (grana y oro) el segundo bien toreado a la verónica, derriba al caballo en el primer encuentro y tardan un rato ahí tras enganchar un pitón en el peto. Se mostró Luque en quites, "va por usted y por España" dice Ponce en el segundo brindis al rey de la tarde. Doblones que transmitieron mucho, sobre todo uno con la izquierda, ahora de pie figura erguida y pedazo de derechazos muy bien dibujados a pesar del viento. Se cruza al natural para que el toro coja la muleta y se la vuela en unos naturales de gusto en otra clara muestra de su imperecedero arte. Encajado como pocos y con enorme despaciosidad decanta los último momentos de la faena que al final se alargo mucho lo que le costó cierta intensidad en los tendidos. Aviso, pinchazo y estocada, faena para el recuerdo de un Ponce en maestro que saluda una fortísima ovación con pedida de vuelta hasta del tendido 7. 

Fue devuelto el cuarto de la tarde por inválido así como el primer sobrero, también del hierro titular, salió entonces de toriles el segundo sobrero de la ganadería de Valdefresno, una estampa de toro con la cara muy seria y en puntas. Todo una ilusión, después manso y sin un pase como el conjunto de la tarde, Ponce se puso el traje de enfermero y lo llevó siempre con mimo. Igual se las arregló el valenciano para exprimir pases importantes arreglando uno a uno los enormes defectos del burel, lo mató de una entera y saludó una nueva ovación. 

Daniel Luque (verde botella y oro) en su sexto año consecutivo matando la corrida del Puerto en Madrid no tuvo suerte con un lote desclasado. Tras algunos vanos intentos este toro también se hiere una pata delantera y deja inédita la labor del de Gerena a su primer toro.

Interesante como siempre el capote de Luque en el saludo, se lo pasó muy cerca Román de rodillas en el turno de quites y replicó Luque ante un toro al que las fuerzas nunca le sobraron. Se arranca de lejos pero luego se duerme en la muleta y camina sin transmisión, una serie reseñable al natural pero nada más de un Luque en pegapases que alargó la faena. Mató de infame bajonazo tras salirse de la suerte, silencio.