Eso es lo que ha hecho Roca Rey hoy en Pamplona y con él todos los aficionados en la primera corrida de los Sanfermines con una plaza llena de ambiente festivo que se volcó con él. Los toros de Fuente Ymbro desiguales con tres que sirvieron sin más, en el cartel un Miguel Abellán sin sitio, Paco Ureña con pureza pero sin transmisión y Andrés Roca Rey llevándose el mundo por delante. 

Noble y algo deslucido con la cara alta el serio primero correspondiente a Miguel Abellán (verde hoja y oro) que brinda su faena a Manuel Escribano. Mucha nobleza del obediente primero que sigue la muleta sin dudarlo, de rodillas el madrileño mete al público en la faena, luego liga por el derecho y no se acopla al natural pero deja uno bueno. Hasta cuatro veces lo intentó con la espada, termina descabellando y es silenciado. 

El cuarto un jabonero de nombre "Jazmín" que dio espectáculo en el encierro pero que finalmente decía más por fuera que por dentro. También es verdad que Abellán nunca le encontró sus distancias a un morlaco que en el primer tercio mostró su casta, tampoco anduvo bien con la espada el diestro en una faena que ayudó a una merienda tranquila. Silencio. 

Detalles de Paco Ureña (azul añil y oro) con el capote ante su primer astado, caleserinas en el quite de Roca Rey ante un toro que de hechuras dice poco, brinda también Paco a Escribano. Torero inicio de faena de Ureña que cumple al natural, aunque la faena nunca llega a romper y viene a menos. Templado por el derecho pero sin emoción, pinchazo y estocada caída, silencio. 

Luego de dos tercios que dicen poco, brindis de agradecimiento de Ureña a Manuel Chopera, empresario de Madrid y desde esta temporada su apoderado. Algún natural suelto del murciano y por el derecho fue imposible, sin pena ni gloria terminó una deslucida tarde de Paco Ureña que alargó la faena con innecesarias manoletinas finales. 

Reservón el manso tercero de Fuente Ymbro que busca la querencia, Andrés Roca Rey (sangre de toro y oro) inmóvil por tafalleras se pasa muy cerca al manso que recula y protesta en banderillas. Brindis al público, de rodillas y un duro pitonazo en los testículos, Andrés terco tira de valor imposible y se mantiene en el ruedo para dejar unos naturales de tremenda emoción. Arma un lío luego del percance, todos con el corazón en la boca y tras estocada de rápido efecto arranca una oreja de mucho peso, se pidió la segunda. Fue a la enfermería el peruano para ser atendido. 

Volvió ante el sexto con todas las ganas de abrir una puerta que como novillero se le negó injustamente. El toro cojea y debió ser devuelto, aún así embestía con mucha calidad y eso lo supo aprovechar Andrés que transmitió mucho con sus ya habituales pases cambiados. El peruano le da tiempo a un toro que se va apagando, toreo de verdad con la mano izquierda despacio y de muletazos largos. Cada vez le cuesta más arrancar al de Ricardo Gallardo, emoción final con Roca Rey de rodillas y estocadón que le vale las dos orejas. Puerta grande, pero antes dio el toro una vuelta al ruedo ante la confusión del presidente cuando se pedía el rabo.