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Expectación y decepción

6ª DE LAS CORRIDAS GENERALES

Publicado: 2016-08-26

Ayer en Bilbao y en todo el orbe taurino se esperaba un mano a mano de enorme expectación, dos toreros en el momento más importante de sus vidas y mítico ganado de Victorino Martín con sus conocidos antecedentes en Bilbao y una temporada 2016 superior. Curro Díaz por la vía de la sustitución, lástima que aún Escribano no esté para torear,  y Paco Ureña ya convertido en un diestro de ferias importantes.

Con el primero apareció muy rápido, luego de brindar a Manuel Escribano, la carísima mano izquierda de Curro Díaz, quien rubricó al natural uno a uno muletazos de gran belleza ante un soso astado con el que siempre tuvo que perder pasos. Muy por encima del manos de Victorino al que despachó de una media para luego saludar una ovación.

Descastado también el tercero ya empezaba a ensombrecer el ambiente, se justifica el jiennense sin acoplarse. Poco que decir en una faena que en ningún momento levantó vuelo por lo que Curro Díaz fue silenciado.

Con el quinto veríamos los mejores momentos de la tarde, rompió a más en la muleta el victorino porque así se lo permitió el diestro de Jaén. Por momentos bordó el toreo con una estética enorme y algunos muletazos para atesorar. Entendiendo bien la falta de fuerzas del burel se fue rápido a por la espada creando molestias es un sector del público. Faenón sin rival y división de opiniones, muchos pensaron en la plaza que todas las faenas tienen que escuchar avisos, otros sí reconocieron el muy buen hacer de Curro Díaz.

Paco Ureña confirma con el segundo lo que ya había mostrado en el anterior turno de quites, solvencia y transmisión a la verónica. Tras brindar a Escribano, dejó un par de series desmayadas por el pitón derecho y luego otras más exigidas con menos gusto, las posibilidades del inicio se esfumaron rápido por la poca duración del animal. Fue ovacionado el murciano.

El cuarto de la tarde fue el más vivo de salida y nos dio una falsa ilusión de que el rumbo podía cambiar, pero su duración fue infame y a Ureña le costó mucho conectar con los tendidos hasta que logró inventarse un par de series con mucha verdad pero nada más. Falla con la espada y es silenciado.

Paco Ureña no tuvo posibilidad de decir más, el último tampoco ayudó y el lorquino deja Bilbao con más pena que gloria. Nuevamente silenciado para confirmar la gran decepción con la que quedan todos los aficionados. Decepción que aumentaría horas después al enterarnos de la nada lógica decisión de dejar en mano a mano la tarde de hoy, negando el lugar a un Javier Jiménez que lo tenía ganado en el ruedo.


Escrito por

Manuel Alegría

Estudiante de periodismo de la Universidad de Lima. @ManuelAlegriaC


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